FpV priorizó quórum y ratificó autoridades en Diputados
Equipo que gana no se toca. Los siete votos clave del Frente Cívico por Santiago del Estero atornillaron ayer a Norma Abdala de Matarazzo a la vicepresidencia de la Cámara de Diputados en la sesión preparatoria donde quedaron ratificadas las mismas autoridades para 2015. En la previa a la elección de los jefes de la Cámara baja había circulado entre los diputados oficialistas la posibilidad de que La Cámpora accediera al segundo escalón de poder debajo de Julián Domínguez a través de Eduardo «Wado» de Pedro, presunción que se había potenciado con la reunión del martes pasado en el Congreso entre Mariano Recalde, José Ottavis y De Pedro.
Sin embargo, el Frente para la Victoria priorizó el acceso premium al quórum gracias al pelotón de aliados que tiene a los siete diputados de Zamora como principal oxigenador a la hora de conseguir número no sólo para iniciar sesiones sino también para aprobar proyectos de ley del Poder Ejecutivo. El determinante rol de Zamora quedó reflejado en febrero de este año cuando el exgobernador de Santiago del Estero desplazó a la peronista Beatriz Rojkés de Alperovich de la vicepresidencia provisional del Senado a pesar de cargar con el estigma del radicalismo kirchnerista devaluado y casi extinto desde el voto no positivo de Julio Cobos a las retenciones móviles.
Con un núcleo duro de 119 diputados propios, el bloque del Frente para la Victoria de Juliana Di Tullio depende de sus aliados para trepar a 129 humanidades ocupando sus bancas para habilitar el quórum y aprobar proyectos. La dependencia de Zamora queda reflejada en cada votación donde el kirchnerismo logra aprobar proyectos con un apoyo de entre 130 y 134 votos, como ocurrió a la hora de aprobar la nueva Ley de Abastecimiento, el nuevo Código Civil y Comercial, o incluso la prórroga de jurisdicción para el canje de deuda.
Además de Domínguez y de Matarazzo en la presidencia y vicepresidencia primera de la Cámara, también fueron ratificadas en sus cargos las vicepresidentas segunda y tercera, la cobista Patricia Giménez (UCR) y la peronista massista Graciela Camaño (Frente Renovador). Al dar un breve discurso tras ser electo presidente del cuerpo por cuarto año consecutivo hasta diciembre de 2015, Domínguez convocó a sus pares «a la cultura del encuentro», más allá «de las diferencias».
Los legisladores de la oposición cuestionaron el tratamiento exprés de los proyectos del Poder Ejecutivo a lo largo del año, la falta de sesiones ordinarias y los giros a comisión que tuvieron algunos textos. «Estamos muy lastimados en el respeto y las normas de esta Cámara por parte del Frente para la Victoria», se quejó el jefe del bloque de la UCR, Mario Negri, y sostuvo que el oficialismo «ha degradado peligrosamente» las instituciones.
El jefe del bloque PRO, Federico Pinedo, también reclamó «respetar esta institución» y afirmó que «en 2003 se sesionaba todas las semanas en sesiones ordinarias los días miércoles y se modificaban todos los proyectos». «Vamos a hacer un esfuerzo adicional y vamos a acompañar, pero con este sentido crítico y de dolor», indicó el macrista.
Por su parte, el presidente del bloque socialista, Juan Carlos Zabalza, subrayó: «Me hubiera gustado tener en este fin de año, en esta elección, otro ambiente. Porque nosotros no tenemos ninguna duda de que en el marco de estos tres años ha habido un mejoramiento administrativo».