«Mea culpa» de Massa ante los 5 bonaerenses

«Salgan a jugar todos por la candidatura a gobernador de Buenos Aires. El ganador o ganadora se define en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias. Este año el Frente Renovador se desdibujó en la provincia de Buenos Aires por falta de definiciones políticas sobre los liderazgos». Sergio Massa ensayó ayer una autocrítica ante los cinco precandidatos a gobernador bonaerense del FR, Jesús Cariglino, Mónica López, Gustavo Posse, Felipe Solá y Darío Giustozzi. Fue durante un almuerzo distendido y liviano que compartieron en el restorán «Il novo María de Luján» sobre la costanera de Tigre.

El encuentro sirvió para hacer catarsis en medio del proceso de desembarco de Martín Insaurralde en el Frente Renovador, que se concretará a fines de enero o principios de febrero. Aunque los protagonistas se juraron guardar la información en secreto, Insaurralde fue tema de debate en el almuerzo del que también participó el jefe de campaña massista, Juan José Álvarez. El sector de López, Posse, Giustozzi y Solá resiste abiertamente la conversión de MI del kirchnerismo al massismo y temen que el reasumido intendente de Lomas de Zamora se quede con la candidatura a gobernador. «Si llega al Frente Renovador, bienvenido, pero va a tener que explicarnos a nosotros y a la sociedad por qué voto con obediencia leyes del Gobierno nacional como la nueva Ley de Abastecimiento, el Código Procesal Penal y el Código Civil», se quejó uno de los cinco precandidatos ante Massa.

El jefe del Frente Renovador recogió el guante y pidió tolerancia para sumar nuevos espacios que refuercen su candidatura presidencial, incluso Insaurralde. El intendente de Malvinas Argentinas, que fue opositor a la Casa Rosada aún antes de que Massa desafiara al oficialismo en las elecciones legislativas del año pasado, fue el más componedor a la hora de abordar el affaire Insaurralde. Cariglino ya se reunió en privado con el esposo de Jésica Cirio y en el almuerzo de ayer defendió el derecho tardío de Insaurralde a arrepentirse de ser kirchnerista.

Todos comieron ensaladas, salvo el intendente radical de San Isidro, Posse, quien pidió un pescado de plato principal. Ni siquiera hubo postres y la reunión se mantuvo a flote con una ronda de café, té y agua mineral. La dirigencia massista se reservaba para la cena que anoche organizó en Parque Norte el Frente Renovador para recaudar fondos.

El sector de López y Posse logró que Massa habilitara a los cinco precandidatos a impulsar armados políticos propios en cada distrito, con la potestad de definir desde los candidatos a intendentes hasta las listas de legisladores distritales. También se definió que haya una junta de gobierno (que habilita la ley de las PASO). El diputado y renunciado intendente de Tigre logró así una tregua de los precandidatos a gobernador de Buenos Aires en medio del affaire Insaurralde y los exhortó a que acuerden cinco ejes programáticos para la campaña de 2015, alineados con sus propuestas para la presidencia de la Nación. Massa y Álvarez les pidieron a los postulantes que «no se maten» en declaraciones mediáticas y que «la competencia sea útil» para el crecimiento del espacio.

Aplacada la interna bonaerense, Massa deberá ahora interceder en la Capital Federal. El desdoblamiento electoral porteño, que fija las PASO para el 26 de abril, acelera los tiempos. Mañana a las 18:15, en el porteño Teatro Picadilly, se mostrarán unidos Alberto Fernández, Alberto Iribarne, Fernanda Gil Lozano, Héctor Daer, el presidente del partido PARTE Claudio Ferreño y el referente Eugenio Begue.