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Vacante en la Corte: «Síndrome Reposo» y un pliego testimonial

El síndrome «Daniel Reposo» y la intestina pelea del Frente para la Victoria para lograr dos tercios de la Cámara volverá a instalarse en el Senado. El penalista Roberto Carlés, candidato del Poder Ejecutivo Nacional para reemplazar al jubilado Eugenio Zaffaroni en la Corte Suprema de Justicia se convirtió en testimonial antes de que su pliego ingrese en el Congreso. Al menos 29 senadores opositores habían anunciado el año pasado que rechazarían cualquier propuesta de Cristina de Kirchner para el máximo tribunal y que la vacante la cubriría el próximo Gobierno a partir del 10 de diciembre.

Los bloques opositores del Senado ratificaron su documento a pesar de ponderar la idoneidad, trayectoria y condiciones académicas de Carlés, quien había participado junto a diputados opositores como Federico Pinedo y Ricardo Gil Lavedra en la Comisión que redactó el anteproyecto de reforma al Código Penal de la Nación. «Ya tenemos posición tomada y vamos a respetar el compromiso opositor plasmado en un documento con la firma de 29 senadoes nacionales. A los 33 años, además de conocer de Derecho, hay que conocer de la vida», fue la crítica del senador radical Mario Cimadevilla, en alusión a la edad del abogado nacido en la localidad bonaernse de Morón y discípulo de Zaffaroni. «No vamos a acompañar, vamos a sostener el compromiso político expresado por el PRO en el Senado», confirmó también ayer el senador macrista, Diego Santilli.

El pliego de Carlés será enviado ahora a la Comisión de Acuerdos del Senado que preside el kirchnerista salteño Rodolfo Urtubey. La mayoría numérica del Frente para la Victoria en ese cuerpo, que a fines del año pasado avaló la designación de Alejandro Vanoli al frente del Banco Central de la República Argentina, garantiza un dictamen de mayoría a favor de su designación en la CSJN. Sin embargo, para acceder a una lapicera de juez supremo, Carlés deberá reunir dos tercios del total de 72 senadores nacionales.

El bloque oficialista que comanda Miguel Pichetto mantiene por ahora el quórum propio para lograr dar inicio a las sesiones y aporbar proyectos del Goberino nacional o que requieran mayoría especial. Sin embargo, a la hora de las mayorías calificadas, como establece la Contitución Nacional para la aporbación del pliego de un juez propuesto por el PEN para la Corte Suprema, se necesitan dos tercios del total. Es decir un piso de 48 votos a favor. Y el bloque del FpV, en su mejor perfomance y con aliados como Carlos Menem, alcanza un poder de fuego en el recinto de 39 votos.

La última película por los dos tercios de los votos en el Senado no tuvo final feliz para el Gobierno nacional. O tal vez sí. En junio de 2012, cuando ardía el caso Ciccone con Amado Boudou en el centro de la escena, la Casa Rosada desplazó al entonces procurador general, Esteban Righi, el último camporista clásico. Y propuso en su reemplazo al síndico general de la Nación, Daniel Reposo. En la comisión de Acuerdos del Senado recibió las 17 impugnaciones de legisladores nacionales y organizaciones profesionales y no gubernamentales. El rechazo anticipado de todo el arco opositor obligó al Gobierno nacional a retirar el pliego, que había sido avalado en esa comisión, para evitar una estrepitosa derrota a la hora de la votación en el recinto.

Reposo, que había sido impugnado incluso por presuntas falsificaciones de aptitudes académicas y participaciones profesionales en su curriculum vitae, nunca fue desigando y el Gobierno lo reemplazó por Alejandra Gils Carbó quien, tres años después, pasará a controlar la nueva Agencia Federal de Inteligencia que reemplazará a la ex SIDE, actual Secretaría de Inteligencia.

Al igual que el cargo de procurador general de la Nación, la designación de un juez en la Corte Suprema de Justicia de la Nación reuiere dos tercios de los votos del Senado, de acuerdo con la Constitución nacional. El FpV no está en condicines de lograr ese número, unos 48 votos sobre un total de 72, en virtud del veto anticipado de la oposición.

Ayer, el diputado macrista Federico Pinedo, quien compartió trabajo con Carlés como integrante de la Comisión Redactora del ante proyecto de reforma del Código Penal de la Nación, ponderó las facultades académicas de ese abogado penalista. «Es un jurista serio y estudioso del Derecho Penal. Está clara la desconfianza hacia el kirchnerismo por su voluntad de dominar a la Justicia», explicó Pinedo. Sin embargo, la oposición del Senado ya se había pronunciado a fines del año pasado y por escrito. «Los abajo firmantes, senadores de la Nación comprometidos con la defensa de la necesaria independencia del Poder Judicial, suscribimos el presente instrumento comprometiéndonos a rechazar el tratamiento de cualquier solicitud de acuerdo para la designación de jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, hasta tanto finalice el próximo proceso electoral en virtud del cual se elegirá el nuevo Presidente/a de la Nación y se renovarán parcialmente ambas Cámaras del Congreso de la Nación», reza el texto que apoyaron 29 senadores.