FpV relanza Juicio Político y apunta a Fayt
El Frente para la Victoria dejó renovada la estratégica Comisión de Juicio Político para sumarla a la guerra intrapoderes que mantiene con la Corte Suprema de Justicia de la Nación. El oficialismo parlamentario volará de la presidencia a una legisladora propia, Adela Segarra, y la reemplazará por Anabel Fernández Sagasti de La Cámpora.
Segarra presentó formalmente la renuncia a esa Comisión que se mantiene paralizada en el Congreso y que se reúne apenas una vez al año por cuestiones administrativas. Ayer, Aníbal Fernández, reveló que la Comisión de Juicio Político podría dedicarse este año a evaluar un posible «mal desempeño» del juez supremo Carlos Fayt, a quien el Gobierno nacional tiene en la mira no sólo por sus fallos adversos sino por sus 97 años de edad.
El Frente para la Victoria retomaría así la tradición de juicios políticos a magistrados de la Corte que inició en 2003 con la destitución de Eduardo Moliné O’Connor, un hecho histórico que no ocurría desde 1947. Dos años más tarde, Néstor Kirchner se cargó al segundo magistrado, Antonio Boggiano, también a través de una apertura de juicio político por mal desempeño de sus funciones en la causa Meller (excontratista de la ex Entel), a través del procedimiento de acusación en la Comisión de Diputados y la intervención del Senado para destituirlo como Cámara juzgadora.
Tanto en el caso de Moliné como de Boggiano fueron necesarios los dos tercios de los votos tanto para la formulación de la acusación como para la destitución en el Senado. Los tiempos cambiaron y ahora el kirchnerismo no logra aquellos niveles de consenso legislativo-político que tenía en el primer mandato Kirchner. El 14 de abril pasado, el FpV se vio obligado a suspender la sesión del Senado donde aspiraba a reunir dos tercios de los votos para designar a Roberto Carlés en reemplazo de Eugenio Zaffaroni para ocupar una vacante en la Corte Suprema. No alcanzaban los votos.
Ayer, el jefe de Gabinete reclamó que «por el bien público» se determine si Fayt tiene «problemas físicos o mentales» que le impiden desempeñar adecuadamente sus funciones. Y explicó que en ese debate debe intervenir la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados para que se determine si es cierto que Fayt «no reconoce ni siquiera a su secretario letrado».
En Diputados, el kirchnerismo es más cauto. Más allá de la presión política de la Casa Rosada sobre la Corte Suprema, el oficialismo no está en condiciones de reunir dos tercios de los votos para destituir a Fayt en el recinto del Senado. Aún está más lejos de lograr los dos tercios para habilitar la acusación en Diputados, donde debe apelar a sus aliados para reunir el quórum de 129 legisladores presentes -sobre un total de 257- para iniciar las sesiones ordinarias.
La diputada del FpV Nora Bedano, actual vicepresidenta de la Comisión de Juicio Político, apeló a la prudencia ante una consulta de este diario: «La Comisión no va a tratar ningún pedido de juicio político, sólo es una reunión para fijar el cambio de autoridades. No hay otro temario». La única explicación extraoficial de la comandancia kirchnerista en Diputados, que ayer se trasladó a Casa Rosada para participar del homenaje a Néstor Kirchner, es que Segarra desatendió el trabajo interno de la Comisión al no pasar a archivo la veintena de pedidos de destitución de Amado Boudou a partir de su procesamiento en la causa Ciccone y la compra de un auto con documentos presuntamente adulterados.