Stand by para PASO entre Macri y Massa
Sergio Massa salió ayer a enfriar la posibilidad de una primaria opositora ampliada junto a Mauricio Macri, competencia que había sido propuesta este lunes por Roberto Lavagna. El precandidato presidencial del Frente Renovador redobló la apuesta y ahora sigue con atención el futuro de Daniel Scioli en la interna del Frente para la Victoria.
¿Si finalmente el candidato del kirchnerismo no es Daniel Scioli, me gustaría saber a dónde van a ir sus votos», planteó ayer uno de los intendentes del conurbano más cercanos a Massa. La exclusión del gobernador de Buenos Aires de los festejos kirchneristas junto a Juan Manuel Urtubey en Salta el domingo pasado, sumada a su inadvertida presencia ayer en el acto de la ex Escuela Mecánica de la Armada, con plano incluido para Florencio Randazzo en cadena nacional, son un bálsamo para Massa en su carrera contra Macri por ingresar a un eventual balotaje.
El paso de Scioli por el programa de Marcelo Tinelli habría irritado a Cristina de Kirchner. Más allá de los abrazos públicos que recibe de parte de Eduardo «Wado» de Pedro, el gobernador de Buenos Aires cedió su candidato en Capital Federal, Gustavo Marangoni, y también acató el «baño de humildad» Diego Bossio, de la ANSES, el más cercano a la ola naranja. Por la dudas, y ante un eventual veto de la Casa Rosada de cara a las PASO, Scioli se reserva a Martín Insaurralde.
«Los votos de Scioli» se convirtió ayer rápidamente en tendencia en el microcosmos massista de la política. Más que con un amesetamiento de Macri, el Frente Renovador se ilusiona con un eventual quiebre entre Cristina de Kirchner y el gobernador de Buenos Aires que ayuden a migrar votos hacia el massismo. La decisión final será de la Presidente quien tendrá la llave para la reconfiguración del peronismo no sólo en la provincia de Buenos Aires sino a nivel nacional.
La difusión pública de la conversación telefónica entre Macri y Massa obligó ayer a los operadores de ambos espacios a salir a negar cualquier acercamiento. Hubo pases de factura cruzados y volvió a reinar la desconfianza entre el PRO y el Frente Renovador. Tanto que Massa desautorizó a algunas de sus luminarias, como el
exministro Lavagna, que había insistido a la salida de una reunión con gremialistas con realizar una PASO ampliada entre Macri, Massa, Ernesto Sanz y Elisa Carrió.
Massa se despegó y en una entrevista radial dijo ayer que él no propuso «nada»; en relación con una gran PASO opositora. «Yo no propuse nada. Eso lo propusieron algunos dirigentes de nuestro espacio así como otros dijeron que no», afirmó Massa cuando le preguntaron si participaría de una PASO con Macri.
«Nosotros estamos construyendo una fuerza a nivel nacional más allá de la opinión de un dirigente y lo que no estamos haciendo es festejos con globitos todo el tiempo», ironizó con referencia al PRO y agregó que «cuando aparecen situaciones como la de Salta ganando la PASO (el FR se impuso en la intendencia de la capital provincial) no hay ningún comentario». Por otra parte, agregó que «para cambiar el conurbano hay que gobernar la Argentina». Y confía en ganar distritos con candidatos propios, como el massista Walter Queijeiro, candidato a intendente del Frente Renovador en Quilmes, un distrito del conurbano que hoy controla el kirchnerismo.
En línea con la nueva postura de Massa, y la de Macri, también el radical Sanz le cerró las puertas a una PASO opositora ampliada.
Ayer el senador nacional y candidato a vicejefe de Gobierno porteño del PRO, Diego Santilli, dijo que no ve a Massa como candidato a gobernador por su espacio político, luego de que también desde el macrismo negaran la posibilidad de una gran PASO con el Frente Renovador. «No es posible, nosotros vamos a sostener la posición que ya está planteada, con una excelente candidata que es María Eugenia Vidal», afirmó Santilli. «Mauricio (Macri) ha crecido por plantear que el cambio tiene que ser real», indicó Santilli y adelantó que seguirán «construyendo en la misma línea, dentro de lo amarillo».