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Cacería de votos PRO en el Norte: talón de Aquiles de Macri

La principal diferencia de votos a favor de Daniel Scioli sobre Mauricio Macri no se produjo en la provincia de Buenos Aires, donde el gobernador y candidato a presidente del Frente para la Victoria jugó de local. Fue en el noroeste argentino donde la fórmula Scioli-Carlos Zannini logró despegarse por mayor amplitud del candidato a presidente de Cambiemos, con una ventaja de 1.400.000 votos. En esa región se librará esta semana la principal batalla de cara a los comicios de octubre, donde el PRO saldrá a la caza del voto peronista.

En Buenos Aires, el principal distrito electoral del país, el FpV superó por algo más de 900 mil votos a la sumatoria de Cambiemos (Macri + Ernesto Sanz + Elisa Carrió). Allí el esquema que aplicará el macrismo para acortar la brecha es diferente. Jorge Macri, intendente de Vicente López, ya tendió puentes con intendentes del Frente Renovador que, luego del tercer puesto obtenido por Sergio Massa en las PASO, comenzará a repartir la boleta corta del massismo junto a la boleta también corta de Macri presidente.

Ayer, Diego Santilli, vicejefe de Gobierno electo y uno de los principales operadores políticos del PRO de raíz peronista, ratificó que no habrá acuerdo orgánico con Massa hasta después de octubre. El macrismo apuesta a un proceso natural de polarización con Scioli y especula que los votos de Massa llegarán solos o bien por la tracción de los intendentes peronistas que, enfrentados con Scioli, apostarán esta vez por la boleta amarilla. Incluso esperan tener al colaboración de precandidatos del FpV que cayeron derrotados en las PASO y ahora están dispuestas a repartir la boleta del PRO con tal de que no gane un adversario interno del kirchnerismo. El fenómeno se detectó este fin de semana en Moreno, donde la interna del FpV tuvo como ganador al militante de La Cámpora, Walter Festa, quien se impuso ante el actual intendente PJ, Mariano West. Fue Festa quien deslizó que ahora West, histórico barón del conurbano alineado con la Casa Rosada, se volcaría por la papeleta de Macri. El fenómeno se acentuaría en otros distritos directamente ligados al massismo, como Malvinas Argentinas o San Miguel, donde mandan Jesús Cariglino y Joaquín de la Torre, respectivamente.

Con el conurbano peronista en estado gaseoso, Macri saldrá a atornillar votos en el NOA (Tucumán, Jujuy, Salta, Catamarca y Santiago del Estero). En Tucumán, Scioli le aplicó una paliza al PRO: obtuvo el 57,44% de los votos, frente al 20,13% de Cambiemos y el 16,26% del massista frente Unidos por una Alternativa. Mañana, Santilli y Emilio Monzó encabezarán una misión del PRO en esa provincia, donde ajustarán la campaña junto al candidato a gobernador radical José Cano, quien hasta las PASO penduló entre un apoyo a Macri y a Massa.

La escena se repetirá en Jujuy y Formosa, donde la suerte de PRO también va atada a candidatos UCR a la gobernación como Gerardo Morales y Luis Naidenoff. Allí el escenario es aún más complicado para Macri: salió tercero detrás de Scioli y de Massa. Parte de este diagnóstico se analizó el martes pasado por la noche en un salón del Círculo de Legisladores en la calle Bartolomé Mitre, a 200 metros del Congreso. Corrían asado y achuras en la mesa que ocupaban Rogelio Frigerio, titular del Banco Ciudad, Matías Lammens, presidente de San Lorenzo de Almagro que fue tentado como legislador porteño del PRO, y Fabián Scoltore, longa manu de Marcelo Tinelli en la rosca política. La convocatoria estuvo a cargo de Mauricio Collelo, jefe de la agrupación Desarrollismo Joven y asesor de Frigerio. «Scioli casi alcanzó su techo. En octubre se puede ir a 40 o 41 puntos de máxima. Nosotros aspiramos a que Macri trepe a la franja de 33%-35% y después ganar en balotaje», explicaba Collelo.

La convocatoria fue plural e incluyó a Gonzalo Ruanova, exlegislador y actual titular del Consejo de Seguridad (que depende de Sergio Berni), Ezequiel Fernández Langan, exlegislador del PRO y actual director de AUSA, Javier Alvaredo, economista radical y Marcelo Wechsler, candidato a diputado nacional del PRO en CABA y hombre cercano al rabino Sergio Bergman.