Menú degustación del PJ en Diputados: se dividió en 16 bloques distintos

El estado de debate interno por el que peronismo tras la derrota electoral de noviembre pasado se refleja en la atomización de referentes de esa fuerza en la Cámara de Diputados, donde ahora conviven 16 bancadas diferentes del Partido Justicialista.
Los alejamientos registrados en lo que va del año en el otrora bloque kirchnerista del Frente para la Victoria-PJ (FpV-PJ) marcan la mayor dinámica en el reacomodamiento de los diputados peronistas. Si bien son mediáticamente más conocidos los bloques FPV-PJ; el Frente Renovador; el delasotismo; el nuevo ‘Justicialista de Diego Bossio y el Social Cristiano que preside Darío Giustozzi, existen otros 10 de extracción peronista en la Cámara baja.

Con los reacomodamientos de las últimas semanas, el bloque Social Cristiano, que preside Giustozzi, llegó a los cuatro integrantes, objetivo alcanzado a partir de la jura concretada el martes del ex integrante del antimenemista ‘Grupo de los ocho’ y ex cavallista, Franco Caviglia. El Frente Cívico de Santiago del Estero, que reúne desde hace años a peronistas y radicales de esa provincia, se presenta en la Cámara baja con 6 integrantes, que hasta el 10 de diciembre fueron aliados incondicionales del kirchnerismo y hoy se muestran cercanos al macrismo.
El justicialismo puntano, liderado por los hermanos Rodríguez Saá, también vivió en los últimos días un quiebre. De sus cuatro integrantes originales quedaron tres, ya que el ex gobernador Claudio Poggi pegó el portazo y armó un monobloque al que llamó ‘Avanzar San Luis’.
Otros diputados que ya venían actuando por separado del FPV-PJ antes de diciembre y que reafirmaron esa estrategia son los dos del espacio del gobernador de Chubut, Mario Das Neves. Se trata de Inés Lagoria y Sixto Bermejo, que actúan bajo el nombre de ‘Trabajo y Dignidad’.
El resto, es decir los otros ocho, son monobloques, incluido el del mencionado Poggi.
Se presentan en este formato cuatro diputados de origen sindical: el canillita Omar Plaini (Cultura, Educación y Trabajo); el metalúrgico Oscar Martínez (Movimiento Solidario Popular) y los camioneros Jorge Taboada (Chubut Somos Todos) y Enrique Castro Molina (Compromiso con San Juan).
Los otros tres monobloques peronistas son el de la aliada massista Cristina Cremer de Busti (Unión por Entre Ríos); y la de los recientemente alejados del FPV-PJ, José Orellana (Primero Tucumán) y Ramón Bernabey (Brigadier General Juan Bautista Bustos).
Esto sin contar a los diputados de origen justicialista que forman parte del interbloque Cambiemos: la catamarqueña del Frente Cívico Myriam Juárez, y los hoy macristas Emilio Monzó, Eduardo Amadeo y Ricardo Spinozzi.
La proliferación de monobloques o de bloques de pequeña cantidad de integrantes se justifica, fundamentalmente, en la potencialidad que alcanzan esos diputados a la hora de consensuar leyes por fuera de las mega estructuras de las bancadas numerosas, donde muchas veces se sienten contemplados solo como ‘un número más’.
Los 16 bloques mencionados constituyen casi la mitad de los 34 que componen la Cámara baja; en tanto que si se consideran como interbloques, los de sello peronista suman nueve de los 17 en que se divide la Cámara.
En este escenario, el massismo se presenta con el delasotismo, con el dasnevismo, con Taboada, con Castro Molina y con Busti; en tanto que el FpV-PJ suma a Martínez, y el Social Cristiano a Orellana.