¿La Iglesia en la ruta de la obra pública K?
La conflictiva relación de Mauricio Macri con el Vaticano termina de detonar con la presunta participación del Arzobispado de Mercedes Luján en el circuito de corrupción de la obra pública durante el kirchnerismo. El vínculo personal de Julio De Vido y José López con el arzobispo emérito de esa localidad, fallecido en abril, salpica a la Santa Sede y en especial a la Conferencia Episcopal Argentina en medio de la tensión por el rechazo de la donación de más de 16 millones de pesos realizada por el gobierno nacional al programa Scholas auspiciado por el Vaticano.
El circuito del desvío de dinero en la obra pública asoma como germinal a partir del escándalo de José López -definido por De Vido como su “mano derecha”- detenido con más de 8,5 millones de dólares en valijas en el monasterio de las Monjas Orantes y Penitentes de Nuestra Señora de Fátima, ubicado en la localidad bonaerense de General Rodríguez. Al asumir la Presidencia en el 2003, el primer decreto de Néstor Kirchner fue destinado a la restauración del santuario de Nuestra Señora de Luján, basílica que visitó en muchas oportunidades durante su mandato, reformada con fondos del Estado.
El monasterio de las Monjas Orantes y Penitentes de Nuestra Señora de Fátima fue el último lugar de residencia del arzobispo emérito de Mercedes-Luján, monseñor Rubén Di Monte, quien falleció en abril de este año. “Tengo que decir que nunca nadie hizo tanto en lo material por este monumento histórico que es el santuario de Nuestra Señora de Luján, desde 1935 en que se inaugurara hasta hoy, como usted y su gobierno”, dijo Di Monte en el 2007, cuando el ex presidente fallecido participó del anuncio de la última etapa de restauración del santuario.
“Es un hombre que fue para mí un guía espiritual, un apoyo durante la gestión y nos marca un camino más allá de la fe. Incursiona en cuestiones terrenales y nos da fuerza fuerzas a los que hacemos política para seguir avanzado en los temas que benefician a la gente”, decía De Vido al celebrar los 60 años de sacerdocio de Di Monte. También Cristina de Kirchner continuó con las obras de reparación de la basílica e, incluso, cuando estaba distanciada de Jorge Bergoglio y sus mensajes críticos en la catedral metropolitana, trasladó en varias oportunidades la celebración del tradicional Tedeum del 25 de Mayo al santuario de Luján.