Cambiemos activa «pata peronista» y arma acto para el 17 O
Cambiemos activó la pata peronista en la provincia de Buenos Aires. Con el desembarco de Joaquín de la Torre en el gabinete de María Eugenia Vidal, el oficialismo bonaerense comenzó a trabajar en la organización del acto del 17 de octubre, Día de la Lealtad peronista, que este año coincide con el encuentro en el Vaticano entre Mauricio Macri y el jefe espiritual del PJ en diáspora, Jorge Bergoglio.
Vidal visitó ayer el partido de San Martín y se mostró con el intendente Gabriel Katopodis en el Hospital Interzonal de Agudos Eva Perón. De la Torre, en su primer día como ministro de la Producción, sentó en su despacho a un intendente massista. Facundo López, del Frente Renovador, fue el primer jefe comunal en ser recibido en La Plata por el intendente de San Miguel en uso de licencia.
La logística del acto de Cambiemos para el 17 de octubre quedó a cargo de Gerónimo «Momo» Venegas. El jefe de la Unión de Trabajadores Rurales y Estibadores está a cargo de la apertura de mesas peronistas de Cambiemos en el conurbano. Y estará presente en la reunión del Consejo Nacional del PRO con Mario Chueco, apoderado del Partido Fe. Para el acto se manejan tres escenarios. La capital bonaerense, La Plata, para facilitar la logística y la presencia de Vidal como figura aglutinante. Los Toldos, donde nació Eva Perón es otra posibilidad, al igual que Ensenada, localidad histórica del 17 de octubre desde done partieron columnas de trabajadores rumbo a Plaza de Mayo para reclamar la excarcelación de Juan Domingo Perón.
El lado B de esta «peronización» de Cambiemos es la furia radical. La UCR sufrió el desplazamiento de Carlos Elustondo del Ministerio de Producción y comenzaron a sonar los cantos de sirena de Sergio Massa, a través de Mario Meoni y Cecilia Moreau. Por ahora, la operación del Frente Renovador no logra traspasar el nivel de histeriqueo electoral con el GEN de Margarita Stolbizer. Los «margaritos» aportan otras delicias. En la Legislatura bonaerense ya hay número para votar la partición de La Matanza sobre la base de un proyecto del diputado GEN, Marcelo «Oso» Díaz. La propuesta es para la creación de La Matanza, Los Tapiales, Gregorio de Laferrere y Juan Manuel de Rosas.
Para hacer equilibrio con los socios de la UCR existen otras alquimias en la Casa Rosada. La principal apunta al mendocino Ernesto Sanz, confidente y asesor político de Mauricio Macri. Una posibilidad es que Sanz sea candidato a diputado nacional por Mendoza el año próximo y hacer rotativa la presidencia de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación. En ese esquema, el radical ocuparía la jefatura de la Cámara baja en reemplazo del peronista Emilio Monzó.
La Matanza es un eje central de la expansión peronista de Cambiemos. Allí se refugiaron supernovas del kirchnerismo y sciolismo residual, como Déborah Giorgi, Roberto Feletti, Alejandro «Topo» Rodríguez y Alejandro Collia. La Casa Rosada asignó al distrito más peronista y populoso del conurbano a tres ministros, Jorge Triaca, Cristian Ritondo y Alejandro Finocchiaro encabezaron el último timbreo en el partido que gobierna la peronista filokirchnerista Verónica Magario. La prioridad del oficialismo es aumentar el volumen político en ese distrito de cara a las legislativas de 2017.
En relación con el operativo de pases de intendentes peronistas a Cambiemos, prima la doctrina de la paciencia. «No queremos hacer lo que hizo Massa en 2013. Se concentró en sumar intendentes, les subió el precio y después lo dejaron solo», explicó un operador de Vidal. La idea es concentrarse en la gestión y en la proximidad con los vecinos para que los jefes comunales, en 2017, lleguen solos ante el presunto carisma irresistible de la gobernadora de Buenos Aires.
Anoche, en la Municipalidad de Vicente López, Jorge Macri ofició de anfitrión de una mesa de intendentes PRO. Néstor Grindetti (Lanús), Martiniano (Molina), Ramiro Tagliaferro (Morón) y Julio Garro (La Plata) juraron lealtad al primo del presidente de cara a las primarias de Cambiemos para la senaduría nacional por Buenos Aires. El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, que venía de Jujuy, fue testigo presencial de esa cena.