Ganancias: «Corralito» peronista frenó ley de Macri

El massismo, el kirchnerismo y el justicialismo disidente se fusionaron ayer en Diputados contra la reforma de Mauricio Macri al Impuesto a las Ganancias. Nuevamente, las promesas de apoyo de los gobernadores del PJ a la Casa Rosada se esfumaron y Cambiemos, en minoría en ambas Cámaras del Congreso desde que el Presidente asumió el cargo el 10 de diciembre del año pasado, se quedó sin votos ante el «corralito» peronista que implementaron los bloques de Sergio Massa (Frente Renovador), Oscar Romero (Bloque Justicialista) y Héctor Recalde (Frente para la Victoria).

El Poder Ejecutivo Nacional repitió el mismo error: confió en las falsas promesas de apoyo de los mandatarios del PJ que no lograron torcer el voto de los diputados nacionales de sus provincias. Ya había pasado en la previa del tratamiento de la reforma electoral en el Senado, cuando gobernadores como Juan Manzur (Tucumán), Sergio Uñac (San Juan) , Sergio Casas (La Rioja) o Domingo Peppo (Chaco) posaban en la residencia presidencial de Olivos junto al gabinete de Macri. Los votos para la boleta única electrónica nunca llegaron a pesar del aumento de partidas, de todo tipo, para las provincias. Pareciera que el dinero de Mauricio Macri no vale. Como mínimo, la Casa Rosada deberá asimilar la naturaleza de los gobernadores y replantear su vínculo político y financiero con las provincias. El síntoma de desorientación del Gobierno nacional no radica ya en la dificultad para aprobar leyes: está en minoría tanto en Diputados como en el Senado y deberá negociar cada iniciativa que presente en el Congreso. Pero deberá estar preparado para el resbaladizo trato con el peronismo que, al menos en el Palacio Legislativo, ya dejó claro que no le debe lealtad ni a Macri ni a su billetera.

En Casa Rosada apostaban anoche a que el proyecto unificado que anunció el panperonismo, junto a los socialistas, GEN y Libres del Sur, no sería aprobado en el Senado teniendo en cuenta el elevado costo fiscal para las provincias. ¿Por qué entonces los gobernadores no lo frenaron en Diputados? Macri no puede salir del círculo vicioso y, si el proyecto opositor de Ganancias prospera en Diputados, volverá a depender de los gobernadores peronistas en el Senado. Déjà vu legislativo. como ocurrió con la reforma electoral y, antes, con la ley antidespidos. El proyecto del panperonismo establece, además de una suba de impuestos al juego, a la minería y hasta a la renta financiera, una suba del mínimo no imponible que llegaría a 44 mil pesos (bruto) para casados con hijos y a 33 mil para solteros (bruto).

Massa evitó mostrarse con Axel Kicillof y Recalde, máximos exponentes del kirchnerismo duro bajo la conducción de Cristina, en la conferencia de prensa. La envió a Graciela Camaño, jefa del bloque del Frente Renovador, para «respetar la institucionalidad». El peronismo poskirchnerista todavía no tiene ni postula sucesor/a. Tal vez la anarquía del PJ, su dispersión, tan promocionada como ventaja electoral comparativa, sea ahora el principal obstáculo de Macri para estabilizar la gobernabilidad en el Congreso. No tiene interlocutores confiables ni representativos. Desde Casa Rosada se emitieron furibundos llamados a los gobernadores peronistas para reclamar la falta de apoyo. Sólo Juan Schiaretti (Córdoba), Gustavo Bordet (Entre Ríos) y el socialista Miguel Lifschitz emitieron un comunicado en respaldo al proyecto de Ganancias de Macri.