Paranoia electoral y efecto encuestas
Contra-operación del kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires. La mismísima Cristina de Kirchner salió a ventilar que Cambiemos estaría seis o siete puntos arriba de Unidad Ciudadana a poco más de dos semanas de las elecciones legislativas. «Quieren instalar que ganamos fácil en octubre para dar la sorpresa el día de la elección. Sigue todo muy parejo, estamos apenas arriba pero dentro del margen de error. El final es abierto…», advirtieron ayer desde la Casa Rosada, versión que también ratificaron en un despacho de la gobernación en La Plata.
Básicamente, Cristina pretende aplicarle a Cambiemos su propia medicina. Es decir, la misma estrategia que utilizó el oficialismo antes de la PASO cuando infló al «cuco» del kirchnerismo y dejó fluir encuestas que mostraban a la expresidente arriba de Esteban Bullrich por casi 10 puntos porcentuales. El día de la PASO, el virtual empate técnico que logró Cambiemos, 20 mil votos por debajo de Unidad Ciudadana, tuvo sabor a victoria para el Gobierno. Por eso ahora el kirchnerismo apela a la misma táctica: «Perdemos por seis o siete puntos». El mensaje apunta a mostrar a Cristina como una jugadora fuerte de cara a 2019 aún perdiendo en octubre por dos o tres puntos cuando deja trascender, para amortiguar el impacto, que está abajo de Cambiemos por una diferencia más amplia.
Ahora el escenario se invirtió. El Gobierno nacional maneja encuestas reservadas donde Bullrich se impone por apenas dos o tres puntos a Cristina, es decir que el resultado se mantiene dentro del margen de error, situación casi idéntica a la previa a la PASO cuando la expresidenta aparecía cómoda y arriba en las proyecciones. La paridad Cristina-Esteban de cara al 22 de octubre se palpa, más allá de las encuestas, en el ritmo de campaña que Mauricio Macri y María Eugenia Vidal le imprimieron a las recorridas bonaerenses las últimas dos semanas. Junto a Bullrich, Graciela Ocaña y Héctor «Toty» Flores tuvieron agenda completa en el conurbano, en especial en distritos donde gobierna el peronismo como Berazategui, Avellaneda, Lomas de Zamora, La Matanza y Moreno. El Presidente estuvo dos veces en una semana en el municipio donde gobierna Martín Insaurralde. Vidal volvió esta semana a La Matanza. El foco del oficialismo está en la tercera sección electoral, principal bastión electoral del kirchnerismo.
Hoy Macri y Vidal volverán a mostrarse juntos con jornada completa. A la mañana irán a Tres de Febrero, donde manda el intendente PRO, Diego Valenzuela, para inaugurar una obra del Metrobus. Mañana comienza a regir la prohibición de publicitar actos de gobierno en la campaña electoral. De allí volarán a San Miguel del Monte, distrito massista a cargo de la intendenta Sandra Mayol, quien ganó el municipio en 2015 en la boleta del exintendente de Tigre con un 49% de los votos. En Monte, el Presidente y la gobernadora estrenarán la cuarta etapa del plan maestro de manejo de la cuenca del río Salado, una obra para evitar inundaciones con una inversión de $1.600 millones. Mañana Vidal tiene previsto una bajada a Mar del Plata, otro de los municipios de la quinta sección electoral donde Cambiemos necesita mejorar la performance electoral lograda en la PASO.
Ayer la gobernadora también animó la campaña en clave pluvial al recorrer la obra de construcción de un canal destinado a evitar inundaciones en La Plata después de la tormenta del 2 de abril de 2013 cuando la ciudad registró una tormenta que dejó más de 90 muertos. Acompañada por el intendente local, Julio Garro, Vidal supervisó las tareas que se realizan en la avenida 31, bajo la cual se conectan los arroyos Regimiento y El Gato, que se desbordaron durante la gran inundación, que afectó la mayor parte de la capital provincial.
En Quilmes, el ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda de la Nación, Rogelio Frigerio, y el intendente local, Martiniano Molina, también exprimieron la obra pública antes de la veda de campaña y supervisaron el mejoramiento del hábitat que se está realizando en Monte Matadero con nuevos pavimentos, luminarias, pluviales y la construcción de un playón deportivo. «Esta obra es una realidad, de este modo, ratificamos nuestra convicción de que el único camino correcto es el del hacer», enfatizó Molina.