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Un millón y medio de niños sin asistencia social

Casi un millón y medio de niños (10% del total de menores de 18 años) no reciben ningún tipo de transferencia en dinero por parte del Estado por razones normativas (el 70% de ellos) o por problemas en el registro. Se trata en su mayoría de niños de los sectores de menos ingresos. Estos datos forman parte del documento de CIPPEC “Transferencias del Estado a la niñez: herramientas para reducir la infantilización de la pobreza”, elaborado por Gala Díaz Langou, Florencia Caro Sachetti y Matilde Karczmarczyk, directora, coordinadora y analista, respectivamente, del programa de Protección Social de la entidad.  

 De los 13 millones de niños, niñas y adolescentes que viven en el país, el 90% recibe alguna transferencia del Estado: asignaciones familiares (39% las nacionales, 27% las contributivas provinciales y 3% pensiones no contributivas), la asignación universal por hijo (29%) o las deducciones del impuesto a las ganancias (5%). Percibir uno u otro beneficio depende de la forma en que están ocupados los padres. Las transferencias tienen montos y requisitos diferentes, más exigentes para quienes menos recursos poseen. Por ejemplo, la deducción del impuesto a las ganancias se otorga, sin pedir nada a cambio, a los hogares de ingresos medios-altos y altos: el 93% de quienes pagan impuesto a las ganancias pertenece a los dos quintiles de mayores ingresos. Además, dentro de este universo de familias no hay un tope al ingreso para realizarla y, a mayores ingresos, mayor es el monto posible de deducir. En síntesis, el sistema es fragmentado e inequitativo.

“El actual sistema de transferencias es ineficaz para revertir la situación de pobreza en la cual viven cuatro de cada diez menores de 18 años”, sostiene la directora del programa de Protección Social de CIPPEC, Gala Díaz Langou. La pobreza se concentra en las familias con niños, las más vulnerables. En otras palabras, la pobreza está infantilizada: el porcentaje de chicos y adolescentes bajo la línea de pobreza (39%) supera con creces al de población mayor de 18 años en estas condiciones (20%), según los últimos datos disponibles, de principios de 2017.

 “El sistema de transferencias vigente contribuye a la infantilización de la pobreza, afecta el pleno goce de los derechos de los niños y es un obstáculo para el desarrollo del país. En el contexto actual de recesión e inflación es aún más relevante garantizar ingresos a los hogares más vulnerables”, enfatiza Díaz Langou. En el documento “Transferencias del Estado a la niñez: herramientas para reducir la infantilización de la pobreza”, CIPPEC propone reformar integralmente el sistema de transferencias a los hogares con menores.