Furia en Cambiemos con Carrió por “paliza” cordobesa
A semanas del cierre de listas en Córdoba, y ya descartada la posibilidad de organizar la interna partidaria de Cambiemos entre Mario Negri y Ramón Mestre, la diputada Elisa Carrió tuvo una participación central que determinó el fracaso del oficialismo en esa provincia.
En la residencia de Olivos, “Lilita” se reunió con Mauricio Macri y el jefe de gabinete, Marcos Peña, para disparar una amenaza que aún retumba en la oficina del Presidente: “Si el PRO no lo apoya a Mario, me voy de Cambiemos”. Ese dardo letal psuo fin a las conversaciones para intentar un acuerdo a semanas del cierre de listas. Con aval de Peña, Macri decidió no enfrentarla.
Carrió empujó de entrada a Negri como candidato. Y lo empujó al precipicio. Probablemente sea el final de su carrera política luego de más de 25 años en el Congreso. Lilita jamás pensó en Cambiemos ni en lo expuesto que quedaría el Presidente en la provincia que lo catapultó al sillón de Rivadavia. Y puso contra las cuerdas a la Casa Rosada ante la debilidad política que enfrentaba el gobierno tras la crisis cambiaria y el acuerdo con el FMI.
La jugada jaque mate de Carrió contra Casa Rosada obligó a Peña, Rogelio Frigerio y Alfredo Cornejo a intentar bajar a último momento a Ramón Mestre. Jugada que el mismo intendente de la capital cordobesa denunció públicamente en cuanta entrevista realizó. La presión de Carrió por Negri dejó sin herramientas a los negociadores del acuerdo. El resultado es historia: Cambiemos no existió en Córdoba y perdió cualquier chance de ser alternativa al PJ.