Economía

Informe: los mercados acompañaron los datos económicos

El dato de inflación minorista de abril que se conoció la semana pasada resultó menor al esperado. Si bien la variación que mostraron los precios el mes pasado continuó siendo elevada, la desaceleración con respecto al dato de marzo aportó una positiva señal de cambio de tendencia, que podría profundizarse en el mes de mayo, según relevamientos privados semanales. Por otro lado, también se conocieron los datos fiscales de abril, los cuales continúan reflejando los avances del proceso de consolidación de las cuentas públicas actualmente en marcha.

De acuerdo a la información publicada por el Ministerio de Hacienda, en abril se alcanzó un superávit primario de $499 millones, que contrasta con un déficit de $10.342 millones en igual mes de 2018. Por otra parte, el déficit financiero (que contabiliza el pago de intereses de la deuda) se incrementó un 52% interanual, sumando $66.073 millones, aunque medido en términos reales (ajustado por inflación) presentó un descenso de 2,4% con respecto a un año atrás.

La mejora que muestran los números fiscales responde a ingresos que continúan exhibiendo un alza interanual superior a la de las erogaciones (43,8% versus 36,2%), acumulando 22 meses consecutivos en los que se sostiene esta tendencia. En lo que hace particularmente al gasto primario, la variación de 36,2% de abril resultó equivalente a una contracción en términos reales de 12,6%, por lo que en el primer cuatrimestre del año la caída ajustada por inflación ascendió a 13,5%. De esta forma, para dicho período, el gasto primario acumula un descenso de 23% en términos reales con respecto a los máximos de 2015, situándose en los niveles más bajos desde el año 2010.

Con este dato, en el primer cuatrimestre del corriente año se alcanzó un superávit primario de $10.846 millones (en comparación con un déficit de $41.343 millones en el mismo lapso de 2018), siendo esta la primera vez en ocho años en que el sector público nacional alcanza un saldo superavitario en el primer cuatrimestre, mostrando en 3 de los 4 primeros meses de 2019 un resultado primario positivo. Así, el superávit primario acumulado en el primer cuatrimestre equivale a 0,1% del PIB, en línea con el registrado en los últimos años de equilibrio fiscal primario (2010-2011). La mayor parte del esfuerzo fiscal viene de la contención del gasto, que para fines de 2019 se prevé que acumule una disminución equivalente a 5 puntos del PIB con respecto a los picos históricos del año 2015.

En lo que tiene que ver con la inflación, la variación del nivel general de precios del mes de abril fue del 3,4%, guarismo que si bien continúa siendo elevado, marca una desaceleración importante con respecto a marzo (4,7%). Además, el dato resultó inferior a las expectativas de los analistas privados, que de acuerdo al último relevamiento del BCRA proyectaban una inflación de 4%, siendo incluso también menor a la inflación de febrero (3,8%). En términos interanuales, la variación del IPC del INDEC fue del 55,8%, y acumula un 15,6% en los primeros cuatro meses del año.

La desaceleración con respecto a marzo se sintió, mayormente, en los precios estacionales (que pasaron de una variación del 4,8% al 1,6%), por descensos en frutas y verduras, como así también en la categoría de precios regulados (desde un 4,9% a un 3,3%), entre otras cosas, fruto del desdoblamiento del aumento en las tarifas de gas entre los meses de abril, mayo y junio. La inflación núcleo también se desaceleró, aunque en menor cuantía, de 4,6% a 3,8%.

Otro dato de relevancia fue que la variación en los precios de los alimentos resultó de 2,5%, muy por debajo del 5% promedio registrado en el primer trimestre del año. Más allá de la mencionada caída en los precios de frutas y verduras, el dato de abril se vio favorecido por un aumento mucho más moderado en el precio de la carne y sus derivados, que para el Gran Buenos Aires se situó en 1,7%, frente a un 10,3% en febrero y 9,2% en marzo.

Ante estos datos fiscales y de inflación minorista, los precios de los activos financieros locales respondieron positivamente. El índice Merval, por caso, verificó una suba de 4,2% en dos días (miércoles y jueves), tras conocerse el IPC, aunque posteriormente, el viernes, cedió un 1,4%, acompañando un deterioro del escenario externo. El tipo de cambio, en tanto, siguió mostrándose estable, aún frente a un contexto financiero internacional que sigue pendiente de los devenires en la pulseada comercial entre los EE.UU. y China. Esta semana, la cotización del dólar a nivel mayorista finalizó en $45,02, con una suba de apenas 0,1% en relación al viernes previo, acumulando una variación de 0,3% en lo que va de mayo, desde que el BCRA anunciara los cambios en el esquema cambiario.

En suma, en una semana de datos económicos positivos, se destacó la desaceleración que mostró la inflación, la cual si bien continúa en valores elevados, resultó menor a la esperada, con una suba acotada en los precios de los alimentos. En un entorno más estable del tipo de cambio, las perspectivas para mayo son de que continúe moderándose la variación del nivel general de precios, contándose ya con datos semanales privados que apuntan a que se consolidaría el cambio de tendencia por segundo mes consecutivo.