PJ: cierran listas y Alberto busca unidad
A horas del cierre del plazo legal, los diversos sectores que integran el peronismo continuaban hoy con las negociaciones para acordar y conseguir una lista de unidad para el Consejo partidario que tenga al presidente Alberto Fernández como máximo dirigente del justicialismo nacional.
A pesar del feriado nacional por Carnaval y el duelo impuesto por la muerte del expresidente Carlos Menem, el PJ tiene fijado hoy en el calendario la fecha límite para la presentación de listas, un trámite que lleva largos meses de negociaciones que aún no han concluido.
Los gobernadores, el sindicalismo, el PJ bonaerense, La Cámpora y movimientos sociales, sumado a históricos dirigentes han negociado durante meses para confeccionar un nómina unitaria que, entre otro puntos, debe cumplir con la ley de paridad de género.
La nueva conformación del Consejo será elegida el 21 de marzo y, de no mediar inconvenientes, servirá para confirmar dos tradiciones peronistas: todos los sectores unidos y conducidos por quien detenta la Presidencia de la Nación.
Si ese escenario se concreta, una parte del mérito será para el diputado nacional José Luis Gioja (FdT-San Juan), quien preside el justicialismo desde el 2016.
El cuyano había asumido en un contexto muy duro e incierto para el peronismo, a pocos meses de la derrota del Frente para la Victoria en las elecciones presidenciales de 2015 que le dieron el triunfo y el gobierno a Mauricio Macri.
El escollo a ese escenario, por estas horas, sigue siendo la posible presentación de una lista alternativa que motoriza el puntano Alberto Rodríguez Saá junto al exvicegobernador bonaerense Gabriel Mariotto; la detenida dirigente jujeña Milagro Sala; la rectora de la Universidad de Lanús, Ana Jaramillo; el economista José Sbatella; y la esposa de Julio De Vido, Alessandra Minnicelli.
Aunque existe confianza en conseguir la ansiada unidad con la integración de algunos de esos dirigentes en la nómina para alguno de los 70 cargos del Consejo, también existe la posibilidad de presentaciones separadas y posteriores impugnaciones.
En esa eventualidad, anticipan dirigentes experimentados en el andamiaje legal del partido, será muy difícil que se oficialice más de una lista.
Eso sería contradictorio con el deseo generalizado de una elección partidaria que «no debe hacer mucho ruido» y que hasta es conveniente que «pase casi desapercibida» para la opinión pública.