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Corte 2016: Macri tantea votos del PJ en el Senado

Luego del bloqueo de los senadores del FpV a su decreto, Mauricio Macri prepara ahora la batalla legislativa para cubrir dos vacantes en la Corte Suprema de Justicia de la Nación y hoy recibirá en la Casa Rosada al interbloque de peronistas que lidera Adolfo Rodríguez Saá. Se trata de seis senadores nacionales que serán determinantes a la hora de emprender la aventura de conseguir dos tercios de los votos en el recinto, cuando se inicie el período ordinario de sesiones del próximo año.
Con apenas 12 senadores propios, el colectivo oficialista de Cambiemos está lejos de los dos tercios. La Cámara de Senadores tiene 72 bancas y el Frente para la Victoria que preside Miguel Pichetto controla, por ahora, 42 voluntades. Sin embargo, en tandem con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, en el Gobierno nacional ya trabajan sobre los gobernadores del PJ para sumar otras humanidades provenientes del Frente para la Victoria que acerquen a Macri a la cifra mágica de 48 votos a favor de las designaciones de los juristas Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz.

El miércoles por la noche, en la previa a la jura de Roxana Bertone, en Tierra del Fuego, Frigerio participó de una cena organizada por el banquero Jorge Brito donde compartió mesa con el senador del FpV, Juan Manuel Abal Medina, con el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, y con José «Pepe» Scioli, hermano de Daniel Scioli. Justamente, el exgobernador de Buenos Aires se reunió ayer con los diputados del FpV que ahora comanda Héctor Recalde. También verá a los senadores.

El auxilio de votos que Macri podría recibir para abordar la aventura de lograr dos tercios de los votos -con un bloque de apenas 12 legisladores propios- hay que buscarlo entre los gobernadores y senadores que asistieron a su jura en el Congreso de la Nación. Se trata de la columna vertebral de la denominada Liga de Gobernadores del PJ, una unión transitoria de empresas políticas que todavía no debutó de manera autónoma y se sometió a todas las decisiones políticas de Cristina de Kirchner con algunas excepciones. El salteño Urtubey, el ahora exgobernador de San Juan, José Luis Gioja, el riojano Sergio Casas -uno de los primeros en ser recibido por Macri y Frigerio en Casa Rosada-, el tucumano Juan Manzur y el matrimonio de José y Beatriz Rojkes de Alperovich, el formoseño Gildo Insfrán y el radical policromático Gerardo Zamora, desobedecieron a Cristina de Kirchner y acompañaron a Macri ante la Asamblea Legislativa el pasado 10 de diciembre.

Cada gobernador representa una autopista para acceder al voto de los senadores de sus provincias. Cambiemos necesita revertir un déficit político de 36 votos en el recinto. Tiene 12 y necesita llegar a 48, dos tercios de los 72 senadores que componen la Cámara alta. El objetivo para intentar dar este batacazo legislativo son los senadores salteños Rodolfo Urtubey y Cristina Fiore. La bonaerense María Eugenia Leguizamón, los misioneros Juan Irrazábal y Sandra Giménez, el santafesino Omar Perotti, la catamarqueña Inés Blas y el chubutense Mario Pais. Se trata del lote de desacatados que acudió al Congreso a pesar de la orden de la expresidente de dejar vacías las bancas el día que Macri la sucedió al frente del Poder Ejecutivo Nacional. Aún en este escenario de máxima, los votos no alcanzan para llegar a los dos tercios.

La reunión de hoy con el Interbloque Federal de Rodríguez Saá se desarrollará a las 9.30 en la Casa Rosada, según confirmó la vicepresidenta Gabriela Michetti, en declaraciones a la prensa acreditada en el Congreso. El interbloque que preside el exgobernador de San Luis está integrado por Liliana Negre de Alonso; Roberto Basualdo; Guillermo Pereyra; Juan Carlos Romero y Carlos Reutemann. Son seis votos clave para avanzar con las vacantes de la Corte Suprema.

Michetti reconoció que el decreto para designar a dos jueces de la Corte Suprema en comisión «generó ruido» en la relación con los jefes de bloque de la oposición de la Cámara alta, aunque aclaró que «no fue una tensión tan honda». No obstante, ese desencuentro inicial hizo que se pospusiera la reunión que había anunciado Michetti con los presidentes de los bloques de las dos Cámaras del Congreso, probablemente hasta enero. Macri acordó con el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, postergar la jura de Rosatti y Rosenkrantz para descomprimir la tensión que se había generado con el Frente para la Victoria en la Cámara alta.