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Macri revisa «doctrina» CFK y cruje el PJ

«Es una buena noticia, el Congreso está volviendo a funcionar». En la quinta de Olivos, Mauricio Macri siguió la sesión del desafuero a Julio De Vido junto a Marcos Peña. El Presidente y el jefe de Gabinete estuvieron informados minuto a minuto de la sesión en Diputados. Su interés en el caso no terminó con la votación: por la tarde también observaron con la TV en silencio la entrega y traslado del exministro de Planificación Federal de Néstor y Cristina Kirchner. El clima mejoró por la noche, cuando el jefe de Gabinete comenzó a recibir a los funcionarios nacionales que llegaban con su bolso, botines y ropa de fútbol para el tradicional picado de Olivos, el primero después del triunfo electoral del domingo.
En el peronismo el humor es otro. Hoy a las 18.30 se reunirá el PJ bonaerense en medio de un clima de fractura. La noche del martes, en las oficinas de Martín Insaurralde sobre la calle Esmeralda de la Capital Federal, se juntó un puñado de intendentes de la tercera sección que pretende comenzar a fumigar al kirchnerismo de la conducción del peronismo. Por ahora no hay acuerdo. Insaurralde, Martín Cascallares (Almirante Brown) y Fernando Gray pretendían que Verónica Magario (La Matanza) suceda a Fernando Espinoza en la presidencia del partido que Cristina le revoleó a Florencio Randazzo para evitar las PASO y fundar Unidad Ciudadana. Tampoco hubo acuerdo. «La decisión política de La Matanza es que Espinoza sea reelecto como presidente», informaron ayer fuentes matanceras ligadas al exintendente.

La única concesión que el ala renovadora de Insaurralde logró sacarle a Espinoza es que hoy se efectivice el llamado a elecciones para diciembre en vez de posponer el proceso a marzo. Los intendentes de la tercera sección que pretenden comenzar a emanciparse de Cristina contra ofertaron: «Si no querés a Verónica de jefa del PJ, entonces tiene que ser uno de los nuestros que tenga consenso y que esté en funciones». Tampoco hay acuerdo por ahora. Insaurralde se autoexcluyó ya que pretende preservarse para pelear la gobernación en 2017 a pesar de que no se sabe de qué boleta se colgará. Quedan Cascallares y Gray. Sin embargo, la primera sección tiene a otro candidato autopostulado. Se trata de Gustavo Menéndez, alcalde de Merlo, ganador en su distrito y con terminales en el kirchnerismo.

El peronismo llegará hoy a su cumbre en medio de la exasperación electoral. Todavía está fresca la derrota de Cristina ante Esteban Bullrich y la confirmación del techo electoral de la expresidente. En paralelo a la reunión del PJ bonaerense en el local porteño de la calle Matheu, La Cámpora convocó a Comodoro Py para respaldar a la expresidenta en su declaración en la causa por presunto encubrimiento del atentado a la AMIA.

Ayer Macri ratificó en la intimidad de Olivos junto a Peña, Rogelio Frigerio y Francisco Quintana, secretario general del PRO, que no habrá red de contención política ni judicial para Cristina de Kirchner. El Presidente siguió por TV junto a su mesa chica de Gobierno la sesión de Diputados que dejó a Julio De Vido sin fueros y habilitó su detención en el marco de la causa por malversación de fondos en la administración de la mina de Río Turbio, y de sobreprecios en la compra de gas licuado.

Los convenios por Río Turbio fueron firmados en 2013 cuando Juan Manuel Abal Medina era jefe de Gabinete. Es la única capa intermedia de responsabilidad, al menos política, que separa a la expresidenta de su exministro. El triunfo electoral del domingo modificó la doctrina de polarización que regía hasta las legislativas. En la Quinta presidencial se descartó la necesidad de mantener «activa» a Cristina como archinémesis de Cambiemos para potenciar el voto oficialista. «Ganamos con el 42% y con Esteban de candidato. En 2019 van a jugar Mauricio, María Eugenia y todos los pesos pesados electorales del Gobierno. Ya demostramos que el kirchnerismo se agotó», fue el razonamiento de un funcionario con despacho en la sede del Poder Ejecutivo Nacional.

Es decir que Cristina vaya o no presa no es una materia que obsesione al Gobierno nacional. El Presidente ratificó ayer en Olivos que el Ejecutivo no tendrá ninguna interferencia en la Justicia. El Poder Judicial tiene zona liberada para avanzar contra la expresidenta. El lunes Macri ratificará ante Ricardo Lorenzetti su laissez faire judicial. La crisis del kirchnerismo es un problema del peronismo de acuerdo con el razonamiento presidencial. Y no hay plan de contención en materia de especulación electoral 2019.

En el Senado, después de los casi 3,5 millones de votos que sacó Cristina en las elecciones legislativas, y ante el traspié de otras figuras como Juan Manuel Urtubey o Juan Schiaretti, el peronismo no estará dispuesto a aportar votos para un desafuero «preventivo». Es decir, antes de que asuma la banca de senadora nacional por Buenos Aires el 10 de diciembre.

Sin embargo, los jueces federales están al tanto de la «zona liberada». En ese contexto se reunirá hoy el PJ bonaerense. Un intendente del peronismo que tiene un canal de diálogo abierto con Casa Rosada envió el siguiente mensaje: «Hagan lo que tengan que hacer, pero sepan que después de ustedes vamos a volver nosotros».