Intendentes de Cambiemos: alerta por herencia de los barones
Los intendentes electos de Cambiemos en la provincia de Buenos Aires ya se preparan para una complicada transición para asumir el gobierno de los municipios que deja el peronismo. Durante una cumbre celebrada en Tres de Febrero, con Diego Valenzuela como anfitrión, los nuevos jefes comunales intercambiaron experiencias para resolver el estado en el que encontrarán los municipios a partir del 10 de diciembre próximo.
La toma de terrenos y casas en construcción en Merlo es apenas una expresión de la inestabilidad social y política que comienza a asomar en el conurbano bonaerense. En el caso de Merlo tanto el intendente saliente, Raúl Othacehé como su sucesor, Gustavo Menéndez, ambos del Frente para la Victoria, cruzan públicamente acusaciones sobre la intencionalidad política de la toma de tierras. La gobernadora electa, María Eugenia Vidal, calificó los incidentes como el símbolo de un «fin de ciclo».
Sin embargo, en la mesa política del macrismo, más allá de los intendentes electos, preocupa la llegada del verano cuando se suelen disparar este tipo de acontecimientos y malestar social. Daniel Scioli deja el Gobierno bonaerense y Cambiemos, vía PRO, no sólo deberá asumir el control del principal distrito del país sino también unos 60 municipios. Por eso Christian Ritondo, eventual ministro de Seguridad bonaerense, ya estuvo presente en la zona de conflicto de Merlo. La transición ya está en marcha.
En la flamante liga de intendentes PRO también se trabaja en la transición. Valenzuela ya se había reunido con el peronista Hugo Curto y ayer volvieron a comunicarse telefónicamente. «Me comuniqué con Curto para coordinar temas presupuestarios. Además le pedí permiso para ir a verlo cada tanto y tenerlo como un hombre de consulta permanente durante mi gestión en Tres de Febrero», explicó el intendente electo de Cambiemos. Y agregó: «El objetivo es adoptar buenas prácticas en defensa de nuestros vecinos, de manera que se logren transiciones ordenadas donde la gente eligió alternancia democrática».
La transición no será sencilla. En Quilmes, por ejemplo, el cocinero orgánico Martiniano Molina, deberá gobernar con Aníbal Fernández y Francisco «el Barba» Gutiérrez en el llano, como jefes de la oposición. Otro ejemplo extraordinario es Lanús, donde el macrista Néstor Grindetti será el primer intendente no peronista de la historia de ese municipio.
En la reunión celebrada el lunes en Villa Bosch, los intendentes de Cambiemos repasaron el «leading case» Vicente López. Por ahora la primera y única experiencia de transición en un municipio para el PRO que gobierna allí a través de Jorge Macri después del interregno de Enrique «Japonés» García. Asistieron Valenzuela (Tres de Febrero), Ramiro Tagliaferro (Morón), Alejandro Federico (Suipacha), Sebastián Avella (Campana) y Darío Kubar (General Rodríguez), entre otros. Nicolás Ducoté (Pilar) se encontraba de luna de miel mientras que Julio Garro (La Plata) envió a sus equipos técnicos.
Más de 40 intendencias de las 64 en las que triunfó el frente Cambiemos en la provincia de Buenos Aires en las elecciones del pasado domingo, corresponden a dirigentes de la Unión Cívica Radical (UCR) que integraron esa alianza política con el PRO. Por eso Vidal había designado al radical Daniel Salvador, su compañero de fórmula y vicegobernador electo, como enlace con los jefes comunales.
En La Plata donde el kirchnerista Pablo Bruera se despide de la intendencia también hubo denuncias sobre una presunta malversación del mobiliario municipal y afectación del espacio público. Por eso Garro anunció que impulsará una auditoría interna sobre el estado del patrimonio de la capital bonaerense. «Los resultados de la auditoría los vamos a hacer público para que los vecino de La Plata sepan qué nos dejó la anterior gestión y desde dónde vamos a empezar», explicó Garro. El intendente electo denunció además que invocan su nombre para anunciar recortes en ayuda social o atención pública a los platenses. «Usan una herramienta mentirosa que consiste en hablar en nombre del intendente electo y anunciar que todo va a empeorar. Eso es una falsedad. Todavía no asumí y ya me adjudican medidas que no tomé, se quejó el futuro jefe comunal de La Plata.
En Morón, Tagliaferro también deberá encarar una transición con un ex intendente del Frente para la Victoria, Lucas Ghi. Este dirigente de Nuevo Encuentro, de Martín Sabbatella, perdió la PASO del FpV con Hernán Sabbatella, hermano del titular del AFSCA y ex intendente del distrito. El intendente electo de Cambiemos llamó a «vivir sin miedo, frente a la campaña sucia que intentan instalar desde el oficialismo nacional de cara al balotaje del 22 y que se traduce en el ámbito local, promoviendo mentiras sobre la futura gestión». Y explicitó: «Nosotros no vamos a utilizar la confianza de la gente para quitarles servicios a los vecinos, todo lo contrario. Vamos a trabajar incesantemente por un Morón más inclusivo, más seguro, poniendo en valor el espacio público para que lo disfruten nuestras familias y que nuestros hijos puedan realizar sus actividades en paz y bien lejos de la droga».