Varios

2017: PRO ya enfoca campaña en intendentes del PJ

Rogelio Frigerio convocó ayer en Casa Rosada a más intendentes del PJ bonaerense que los que acudieron a la cumbre de jefes comunales organizada la semana pasada por Jorge Capitanich. La Casa Rosada ya tomó nota: el peronismo territorial de la provincia de Buenos Aires está huérfano luego de la derrota de Daniel Scioli y Aníbal Fernández, sin ni siquiera atisbos sobre quién ocupará ese rol de cara a la campaña para las legislativas del próximo año.

El Gobierno nacional ya está en campaña y ayer se registraron dos movimientos coordinados y en paralelo. El raid político de Mauricio Macri en la provincia de Buenos Aires, que incluyó La Plata y Esteban Echeverría, fue el primer paso de esta incipiente campaña 2017, que se enmarca en el encuentro que mantuvo por la tarde Frigerio con luminarias del peronismo bonaerense como Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Gabriel Katopodis (San Martín), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Juan Zabaleta (Hurlingham), Gustavo Menéndez (Merlo), y hasta la más cristinista de los intendentes de la provincia, Verónica Magario de La Matanza.

La campaña para las legislativas de 2017 será delicada en especial en la provincia de Buenos Aires.Será el primer test electoral para el Gobierno nacional y un anticipo de la eventual subsistencia política de Cambiemos, con la UCR y la Coalición Cívica adentro. Ni Macri ni Vidal tendrán el año que viene el comodín de Aníbal Fernández como adversario. «Si no hubiese sido por la candidatura de Aníbal, hoy no estábamos en el poder», se sinceró un cacique del PRO que oficia de interlocutor con el peronismo, y con Hugo Moyano, por indicación de Macri. El Gobierno nacional deberá «peronizarse» en la provincia de Buenos Aires para poder ganar las dos bancas por la mayoría para el Senado. Por ahora, el único que asomó la cabeza para ser candidato a la Cámara alta por el PRO es Jorge Macri. En el panperonismo, Sergio Massa ya es candidato virtual como escalón previo para ir nuevamente por la presidencia en 2019. El Frente para la Victoria, en proceso de descomposición, espera a Cristina de Kirchner. Y el peronismo ortodoxo, representado por intendentes que jugaron para el cristinismo, está huérfano de liderazgo. A ese pedazo de la torta PJ apunta la Casa Rosada.

Insaurralde ya es un habitué de Balcarce 50. Su expertise político se ubica siempre en los márgenes. Coqueteó, fue y vino, durante las legislativas de 2013 cuando Sergio Massa estaba dispuesto a subirlo al Frente Renovador que derrotó al kirchnerismo en esos comicios. El intendente de Lomas de Zamora prefirió quedarse dentro del FpV a pesar del repudio explícito y acusaciones de traidor de sus entonces compañeros de banca como Carlos Kunkel y Andrés «Cuervo» Larroque. Kunkel y cía. hasta descalificaron a su esposa, Jesica Cirio y la tildaron de bataclana. Hoy el jefe de los diputados kirchneristas en la Legislatura bonaerense, José Ottavis, está comprometido con Victoria Xipolitakis.

Insaurralde se mostró en enero con María Eugenia Vidal y con Joaquín de la Torre, el intendente massista de San Miguel y dirigente de máxima confianza de Massa. La semana pasada, cuando Capitanich convocó a los intendentes del PJ a Chaco para hacer catarsis, Insaurralde prefirió encontrarse con Frigerio y con Alex Campbell, subsecretario de Asuntos Municipales de PBA, en Casa Rosada. Ayer tuvo doble turno: por la mañana se entrevistó con Guillermo Dietrich, ministro de Transporte de la Nación, y por la tarde se sumó a los intendentes peronistas que fueron recibidos por el ministro del Interior.

¿Quién saldrá a contener a estos jefes comunales urgidos por fondos públicos para gobernar en sus distritos? Scioli no aparece y es el rostro de la «peor derrota histórica del peronismo», según la definición de Juan Manuel Urtubey, el gobernador de Salta que fracturó el bloque del FpV en Diputados y que el sábado fue hasta La Plata a ver a los Rolling Stones. La apuesta bonaerense de Urtubey en Buenos Aires es… Diego Bossio, lo que revela las bajas expectativas de expansión de este gobernador en el principal distrito electoral del país. Florencio Randazzo, la esperanza blanca del kirchnerismo racional, también se fotografió la semana pasada con Macri durante la puesta en marcha del servicio eléctrico del Ferrocarril General Roca en el tramo Constitución-Quilmes.

La incógnita sigue siendo qué rol tendrá Cristina de Kirchner en las legislativas 2017. Su decisión dependerá en parte del éxito del Gobierno nacional en intentar amortizar el costo político de algunas medidas en los primeros 70 días de gestión: suba de tarifas, ajuste cambiari, descontrol de precios y despidos a estatales. Un Macri fortalecido en 2017 no es el mejor plan para el regreso de la expresidente a la arena electoral. Además, esta vez Cambiemos no tendrá la ventaja de Aníbal Fernández como candidato bonaerense. Esa lógica de orfandad del peronismo bonaerense sumado a la urgencia del oficialismo por sumar aliados en ese distrito explican la abultada presencia de intendentes PJ ayer en la Casa Rosada.

El PRO ya comenzó a sondear a un intendente peronista para completar la fórmula de dos candidatos bonaerenses para el Senado de la Nación. Macri primo insiste en ocupar el primer casillero pese a las resistencias internas en el gabinete de Vidal. El binomio, en caso de que enfrenten a Massa, podría incluir a un jefe comunal del PJ. Además de Insaurralde, también estuvieron presentes con Frigerio el intendente del Partido de La Costa, Juan Pablo de Jesús; de Escobar, Ariel Sujarchuk, de Ituzaingó, Alberto Descalzo; de Bolívar, Eduardo Bucca y de Florencio Varela, Julio Pereyra.